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20 marzo, 2013

Ser proactivo, un hábito que te ayuda a ser efectivo

Según Stephen R. Covey, desaparecido recientemente, uno de los siete hábitos para conseguir ser altamente efectivo es SER PROACTIVO. Esta palabra nos sugiere en un principio "tomar la iniciativa", pero es algo más: tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.
Las personas proactivas son aquellas que reconocen esa responsabilidad, y no achacan su conducta a los condicionantes externos. Si a esos condicionantes externos les otorgamos la capacidad de influir en nuestras emociones y por ende en nuestra conducta, somos responsables de haber otorgado ese poder.Este poder otorgado puede ser inconsciente o consciente,  somos REACTIVOS, reaccionamos según las circunstancias externas.
En este caso no somos dueños de nosotros mismos, estamos vendidos, con lo que nuestra vida es un auténtico vaivén, viajamos a la deriva en un océano caprichoso.
En cambio, los proactivos se dejan influir poco por lo que pasa fuera de ellos, da igual que salga el sol o que esté nublado. Ellos deciden cómo reaccionar ante un acontecimiento. Su fuerza interna y la creencia en unos valores sólidos los mantiene fuertemente enraizados.
Las personas reactivas viven pendientes de la valoración que les dan los demás.
Eleanor Roosevelt dijo:" Nadie puede herirte sin tu consentimiento"
Tenemos el poder de elegir nuestra respuesta. Este poder es el que descubrió Viktor Frankl cuando se encontraba en un campo de concentración. Como carecía por completo de libertad exterior empezó a trabajar su libertad interior, aquella que nadie le podía robar. Se imaginaba dando conferencias a sus alumnos explicándoles todo lo aprendido de su tortura, hacía listas de alimentos para paliar el hambre. Utilizó su imaginación para proyectarse más allá de sus circunstancias. Gracias a esa creciente libertad interior, que era más fuerte que la de sus carceleros nazis, consiguió sobrevivir.
Reconozcamos nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, tal es la invitación de Covey, el llamado Sócrates americano.




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